Francia Márquez, la actual vicepresidente de Colombia, desató una polémica por el uso de helicópteros de la Fuerza Aérea colombiana para trasladarla a su casa, por motivos de seguridad. Según la denuncia inicial, una hora de vuelo en helicóptero cuesta 60 millones de pesos, pero a raíz de la controversia, algunos medios dan cifras cercanas a los 3 millones de pesos. La primera cifra es escandalizante pero mentirosa, si se tiene en cuenta que existen vuelos comerciales en helicóptero por fracciones de este valor. La segunda, aunque más realista, también es incorrecta, pues está distorsionadas por las malas prácticas de la contabilidad de costos.

Empresas dedicadas a alquilar aeronaves explican que el costo de un vuelo en helicóptero se compone de todos los gastos en los que se debe incurrir para realizar el vuelo. Algunos ejemplos son el pago de los pilotos, la tripulación, el personal en tierra, seguros de accidentes, alquiler de pistas, combustible, entre otros. Sin embargo, muchos de estos costos no son atribuibles a un vuelo en helicóptero, pues se deben pagar independientemente de si el helicóptero está en tierra o volando. Dicho de otra forma, use o no use Francia Márquez uno de los Black Hawk de la fuerza aérea, el estado debe pagar los salarios a los pilotos, a la tripulación y al personal en tierra. Lo mismo ocurre con otros gastos como los seguros, la depreciación de la aeronave y algunos gastos del mantenimiento. Debido a que estos costos no varían en función de los vuelos realizados, es incorrecto asignárselos al costo del trayecto. El verdadero costo de un vuelo en helicóptero está compuesto por los costos totalmente variables. El combustible, el alquiler de las pistas para aterrizar y despegar y algunos costos de mantenimiento, son costos totalmente variables asignables al costo del trayecto. El valor exacto no lo conocemos, pero no son los dos o tres millones que sostienen algunos medios, pues, de nuevo, muchos de los valores que hacen parte de este cálculo son “fijos” y no varían en función del número de vuelos que realiza la aeronave.

Es importante resaltar que con este artículo no estamos justificando ni cuestionando la actuación de la vicepresidente. Quisimos aprovechar la noticia para explicar cómo en las organizaciones es común cometer este mismo error porque según la contabilidad tradicional el costo unitario está compuesto por las materias primas, la mano de obra directa y los costos indirectos de fabricación, pero solo los primeros son costos totalmente variables. La mano de obra directa y los costos indirectos de fabricación no varían de forma proporcional con la cantidad producida y vendida, salvo en algunos casos excepcionales. Este mal cálculo del costo unitario conduce a que tomemos malas decisiones de fijación de precios, de evaluación de la rentabilidad, de evaluación de inversiones, etc., y que se afecte negativamente el resultado final de las compañías. Metodologías como la “Contabilidad del Trúput” proveen una alternativa más simple y efectiva que mejora la calidad de nuestras decisiones. En este video te explicamos cómo. Ver video “Cómo calcular bien el costo unitario”

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